Alicia Correa, creadora de Cactus: “Hay que vivir al límite, es la única forma de triunfar”

Alicia Correa, creadora de Cactus

El mundo del diseño de autor se ha transformado en poco tiempo en una verdadera oportunidad de emprendimiento para quienes se dedican al arte y la creación. Cada vez más se ven innovadores productos que apuestan por la calidad y por una identidad propia, haciéndole frente a la producción en serie que ofrecen las tiendas de retail.

Así nace Cactus, un pequeño emprendimiento de bolsos, carteras y mochilas 100% de algodón y cuero y que es diseño exclusivo de su autora, Alicia Correa.

Arquitecta de la Universidad de Santiago de Chile y con una gran habilidad en el tema textil y la costura, sintió que debía dar forma un producto único y confeccionado con la más alta dedicación. Surgió primero como una necesidad de hacer una manualidad, pero al poco andar, ya se transformó en un emprendimiento con vida propia con sus oficinas que tiene en Curicó y ahora Santiago.

Inquieta, autodidacta, talentosa arquitecta y ahora una emprendedora en constante aprendizaje que, además, lucha para que el diseño de autor sea valorada por los clientes y creadores.

– ¿Cómo combinas tu pasión por la arquitectura y el diseño de productos de cuero?

Ambas comparten la misma raíz, el diseño y el estudio de conductas sociales, por lo mismo me veo en la necesidad de hacer carrera en ambos aspectos de mi vida de forma paralela, son mis dos pasiones.

– ¿Cómo surgió la idea de crear «Cactus»?

Desde pequeña sentí amor por las máquinas de coser. Si bien mi mamá es profesora de inglés, ella siempre ha sido bastante inquieta y lo que ha querido aprender lo hace de forma autodidacta. Finalmente de ella aprendí eso también, no hay que esperar a que las cosas nos lleguen por arte de magia, hay que buscarlas intensamente.

Ella siempre ha tenido ese bichito interior que la mueve a buscar más, y es por eso que aprendió a coser para hacer su propia ropa a su gusto.  La vi siempre  sentada en la máquina de coser en sus tiempos libres, sacando el mantel con el que cubría su máquina Singer, levantándola, poniendo la correa e instalándose a coser. Yo me pasaba tardes enteras al pie de esa máquina recogiendo retazos de tela para ver que podía hacer para mis muñecas y cuando tuve el porte suficiente para alcanzar el pedal de la máquina con los pies le pedí a mi mamá que me enseñara a usarla.

Pasaron los años y ese amor por la costura siguió creciendo. Cuando entré a estudiar arquitectura me impacté, ya que a medida que avanzaba en mis estudios llegó un punto en el que noté que esa pasión por mi oficio (la costura) y mi profesión (la arquitectura) podían fluir en un mismo canal: el diseño.

Desde ese momento empecé a buscar las formas de complementar entre sí ambas actividades Eso me llevó en el 2013 a realizar mi proyecto de titulación mezclando ambas actividades. Suena raro pero vestí un edificio, quiere decir que aproveché la tela para acondicionar un inmueble antiguo en mal estado a una nueva actividad (un Centro Cultural) por medio de un tratamiento de cubierta de tela que otorgaba la temperatura e iluminación adecuada, entre otros factores. Esto me permitió obtener calificación máxima en mi titulación.

Después de eso comencé a trabajar en oficinas de arquitectura, pero sentía un vacío respecto a mi oficio, lo había dejado de lado y sentía que podía hacer mucho con él. Así decidí comenzar a hacer objetos de tela desarrollados con el mayor standard posible en cuanto a diseño pero a modo de hobbie. Así nació Cactus. No pensé que iba a tomar tanto vuelo.

– En los inicios de este emprendimiento ¿Tenías miedo de no conseguir los resultados esperados?

Sinceramente no, siempre me han gustado los negocios ya que entiendo que tienen riesgos pero no les tengo temor. Además, cuando inicié Cactus no lo hice pensando en crecer monetariamente, nació por una necesidad personal respecto a lo que me mueve desde pequeña, lo demás ha sido una sorpresa, muy bienvenida claro.

– ¿Cuáles son las principales dificultades que debe enfrentar una emprendedora joven como tú?

Es difícil debido al financiamiento. Todo negocio requiere de éste para poder crecer, el implemento de nuevas tecnologías beneficia el resultado respecto al diseño y su factura. En ese aspecto comienzan a aparecer los riesgos, cada movimiento que haces respecto a inversiones es arriesgado, puede salir mal, uno debe hacer un acto de fe hacia sus propias ideas, es la única manera de tener la certeza que triunfarán.

-Para emprender, además de las ganas y el talento, también se necesita conocimientos en administración y todo lo que implica crear un emprendimiento ¿Cómo fue este proceso de aprendizaje? ¿Pediste ayuda? ¿Consideras que es importante la formación profesional para concretar un emprendimiento?


Claro, cuando un negocio comienza a crecer se hace necesario. Siempre me han gustado los negocios y creo que es ese instinto natural el que me ha ayudado en gran parte de las decisiones. Sin embargo, mi profesión también ayuda, la arquitectura implica mucha administración de tiempos y recursos, en ese aspecto también aprovecho esas herramientas para implementarlas en el manejo de Cactus, aunque tengo en mente realizar un magíster relacionado con administración en un futuro. Nunca hay que dejar de estudiar, siempre será un beneficio.

– ¿Cómo ha sido la recepción de Cactus en el público? Tengo entendido que abriste una oficina…

¡Uf! Ha sido fantástico, mucho más de lo que pude imaginar. No vemos a nuestros clientes como un número, si no como persona. El trato con ellos es sumamente importante, independiente a tener un producto de buena calidad. Nos acordamos de cada uno de ellos por su nombre y sus gustos.

Actualmente tenemos un pequeño taller en Curicó donde confeccionamos las mochilas y se traen a Santiago, pero debido al crecimiento estamos abriendo una pequeña oficina en Santiago para poder ampliar la cantidad de diseño que tenemos.

-Cactus te ha permitido desarrollar tu parte creativa en la confección de productos de cuero, pero también te ha permitido generar empleo ¿Cómo te sientes con respecto a este último punto? ¿Es un orgullo o una responsabilidad?

Más que trabajo, quiero pensar que es una gran experiencia y es un orgullo poder compartirla con más personas y que sepan que podemos trabajar por nuestros propios sueños. Partí sola pero actualmente somos un equipo de conformación horizontal, es decir, que las decisiones se toman como grupo. Se unió una arquitecto, un diseñador industrial, dos costureras y mi mamá que ha sido fundamental en todo esto.

– ¿Qué es lo más complejo de emprender en Chile?

La mentalidad de las mismas personas, muchas veces piden descuentos o dicen “¡oye, pero es que en tienda encuentro algo más barato!” La gente olvida que ofrecemos un diseño único que no es confeccionado en serie, es diseño de autor, exclusivo y con materiales de composición noble, 100% algodón y cuero, nada sintético que pueda comprometer la durabilidad de lo que hacemos.

-¿Cuáles son tus próximas metas con Cactus? ¿Tienes otros proyectos en mente?

Sí, estamos explorando la manera de ampliar esto más allá de las telas y el cuero. Finalmente ésta es una marca de diseño, por lo cual, estamos abiertos a buscar más caminos. Hemos estado buscando la manera de implementar el uso de la madera en nuestros objetos de carácter nómade (así los llamamos porque son de uso y transporte diario como las mochilas).

Comenzamos ahora a crear diseños en el área de encuadernación, pero no nos cerramos a nada. Quizás más adelante surjan muebles u otras cosas.

– De acuerdo a tu experiencia ¿Cuáles son los principales errores que comenten los jóvenes que tienen un emprendimiento?

El desorden en la operatividad interna del negocio, administración, etc. Además de la falta de una premisa al momento de iniciar un proyecto y por sobre todo el respeto hacia otros diseñadores y hacia sí mismos como tales. Me refiero a que en ocasiones no valoran el esfuerzo invertido en tiempo y creatividad y venden algo al mismo valor de un producto de retail confeccionado en serie y en otras ocasiones aceptan que un cliente les pida una copia de algún objeto de otro diseñador pero a un precio más bajo. Eso es competencia desleal y una falta de respeto con ellos mismos.

– ¿Qué consejos les darías a quienes tienen una profesión pero quieren comenzar un emprendimiento?

¡Nunca es tarde! No es fácil pero es necesario tomar riesgos, si consideran que tienen un talento, no esperen más. Hay una parte de una canción que he tomado como una premisa en mi vida “El arte de vivir por encima del abismo” de Gustavo Cerati. Me gusta mucho y me recuerda que debo vivir al límite, es la única forma de triunfar. No necesitamos vivir toda la vida cumpliendo los sueños de otros si podemos trabajar por los propios.

Compartir:

Publicidad
Scroll al inicio